TIPOS DE TRÉBOL ROJO
En Uruguay se utilizan mayoritariamente tres tipos de trébol rojo (Trifolium pratense L.) que tienen muy diferente comportamiento invernal y fecha de floración.
1. Sin latencia
Los cultivares tradicionalmente utilizados en Uruguay responden al tipo sin latencia, con muy buen desarrollo en invierno. Estos cultivares también se definen como cultivares de floración temprana o “doble corte”, porque logran tener al menos dos secuencias de crecimiento basal y elongación de tallos en el año.
Ej. Estanzuela 116, INIA Antares.
2. Latencia intermedia
El desarrollo de los cultivares en Uruguay ha dado origen a este tipo varietal intermedio, que no se ajusta a la definición clásica de floración temprana y tardía. Tienen reposo invernal corto y floración intermedia, ubicándose en esta categoría a cultivares que producen forraje en invierno, aunque en menor medida que Estanzuela 116.
Ej. Quiñequeli, INIA Mizar.
3. Con latencia
Los tipos de floración tardía o con latencia se denominaron tipos de “corte simple”, ya que producen un solo empuje de crecimiento. Tienen un comienzo tardío en la primavera cuando se los compara con los tipos tempranos, aunque produce forraje para pastoreo después del corte único para heno o ensilaje de la primavera. El período de reposo invernal puede ser muy largo, desde abril hasta setiembre inclusive en las condiciones de Uruguay, por lo que estos cultivares producen menos forraje en otoño, invierno y primavera.
Trébol rojo como leguminosa forrajera de rotación corta.
Las características más destacables de esta especie dentro de las leguminosas perennes que tradicionalmente se cultivan en Uruguay son:
- Es la leguminosa con más alta producción de forraje en otoño-invierno.
- Está adaptada a suelos ligeramente ácidos y pesados donde alfalfa no produce bien.
- Se logra fácil acceso a la semilla de los cultivares generados en la región.
Aspectos prácticos a tener en cuenta para el cultivo de trébol rojo.
Entre los cultivares registrados en Uruguay existen diferencias en rendimiento, ciclo, persistencia, que hay que tener en cuenta en el momento de realizar la elección de los mismos. Sin embargo, hay aspectos generales de ambiente y manejo que deben ser considerados para el mejor aprovechamiento de la especie.
1. Suelo, fertilidad y fertilización prevista
Trébol rojo, al igual que trébol blanco, es una leguminosa con altos requerimientos de fertilidad, y altas respuestas a la fertilización fosfatada. Las dosis de fertilización inicial y refertilizaciones son superiores a las requeridas para Lotus corniculatus, y deben ajustarse en función del análisis de suelo. Se sugiere el análisis de suelo y la utilización de la herramienta OptiFert-P para recomendaciones de fertilización según tipo de suelo y cultivo.
A pesar de que es una leguminosa que puede crecer todo el año y tiene raíz pivotante, tiene alta susceptibilidad al estrés hídrico, por lo que es superada por alfalfa en producción estival.
2. Fecha de siembra y período de utilización
Todos los tipos de trébol rojo tienen excelente implantación cuando las siembras se realizan en otoño temprano (marzo-abril). Estas siembras tempranas de otoño aumentan la posibilidad de obtener forraje en el primer invierno y llegar al primer verano con plantas desarrolladas con buen sistema radicular para enfrentar el déficit hídrico.
Los tipos sin latencia (ej. Estanzuela 116) han demostrado buena implantación tanto en siembras convencionales como directa, y admiten una mayor amplitud de fechas de siembra, que se puede extender hasta agosto inclusive. Estos tipos son muy tolerantes al sombreado en siembras asociadas con cereales de invierno que se realizan desde mayo a agosto inclusive. Las densidades de siembra varían desde 5 kg ha-1 en mezclas complejas hasta 12 kg ha-1en siembras puras.
Se recomienda la inoculación con la cepa específica de rhizobium para trébol rojo, especialmente en aquellas chacras sin historia previa de siembras de trébol rojo.
3. Tolerancia a enfermedades y plagas
El trébol rojo en Uruguay está sometido a altas infecciones de podredumbres radiculares, que reducen su persistencia y especialmente la productividad en el segundo año. Existen diferencias de productividad entre cultivares que están asociadas al grado de susceptibilidad a estas enfermedades.
4. Manejo y rendimiento
El uso más común de trébol rojo es el pastoreo directo, aunque los excedentes de primavera se destinan al almacenamiento en forma de henilaje o heno. Los cultivares se adaptan a diversos manejos de pastoreo; sin embargo, el manejo tradicional es con pastoreos rotativos en franjas para reducir los episodios de meteorismo y aprovechar mejor la oferta de forraje. Las defoliaciones intensas en verano durante períodos de déficit hídrico pueden comprometer la persistencia de la especie en la pastura.